No recuerdo a detalle cómo es que sucedió, pensando bien; no tengo una idea exacta de cuándo es que sucedió; pero hubo un momento, fue un instante – quizá cuando era niño – en que las fotografías me llamaron la atención y mi pasión, mi ojos toman un sentido extra para apreciar detalles y cosas que hacen que sueñe despierto.
Para resumir. Amo la fotografía. Creo que lo he dicho antes.
No tengo planes de vivir de esto, mucho menos hacerlo un pasatiempo principal, es más una pasión que sale por su propia cuenta cuando menos uno lo espera, en realidad cuando la fotografía y su belleza me llaman.
Con todo, en realidad tengo una duda que quiero dejar y no se si solamente me pasa a mi:
¿Por qué siento, a veces, que mis fotos no son tan buenas?
Me pasa muy seguido. Muchas veces termino frustrado y con menos ganas de sacar fotografías -en realidad sigo haciéndolo- pero no publico nada. Tengo muchas fotos, quizá nunca verán la luz y a lo mejor de a poco las iré borrando, no lo se.
Voy a seguir con este afansito, voy a seguir llamando a mis ojos para ver fotografías, para ver arte y belleza estática en una imagen.
Aún te veo, no importa qué tanto intente dejar de mirar, cualquier imagen, aún la más borrosa puede mostrar hermosura.
Que viva la fotografía, un arte único y delicioso.